Tardes de otoño ventosas plenas de nostalgia, recuerdos, sensaciones amargas que te cuesta controlar y derivan en lágrimas de impotencia y tristeza.
Miro tu cara, tus ojos y te siento tan frágil como una muñeca de cristal fino que me da miedo abrazar por si se resquebraja. Pero me lanzo al vacío de tu mente y te beso y te abrazo y tan solo puedo rezar para que en tu mundo te sientas feliz y nunca sufras la amargura de tus olvidos.
Yo que me siento huérfana de tus recuerdos a veces como ayer me reveló, me pongo tensa y lloro sin consuelo porque te quiero como eras antes y me pregunto ¿por qué a ti madre? ¿por qué tu que tuviste una infancia tan dura también te esperaba este final sin recuerdos, sin vivencias que durante tantos años habías tejido con amor y con esmero?
Qué dura es esta enfermedad, que dolor de verte a merced de los demás, cuando tú siempre habías sido la dedicación, el trabajo resignado, el amor incondicional… ufff que terrible este Alzheimer, que injusto que te presentaras en nuestras vidas sin invitarte, sin avisar…
Hoy tan solo me da envidia una cosa, cuando veo a una madre y una hija de mi edad cogidas del brazo y hablando de sus cosas, riendo y disfrutando de esos pequeños momentos que son la sal de la vida.
Tan solo me queda pedir a Dios que la ayude y nos ayude a llevar esta vida con la normalidad que seamos capaces. Que le demos el cariño y el amor que se merece y que se ha ido tejiendo durante toda su vida.
Estos ratos de desesperación son pocos, pero cuando se dan son duros de digerir. Sabemos que la vida son momentos buenos y no tan buenos. Uno de los beneficios más significativos del sufrimiento se encuentra en que genera un profundo respeto por la realidad, y te hace ser más fuerte y apreciar todo lo que te rodea.
La sabiduría emerge de la experiencia del sufrimiento. Cuando las cosas van bien, raramente nos detenemos a cuestionarnos sobre nuestras vidas y nuestras dificultades. Una situación difícil, sin embargo, suele obligarnos a salir de nuestro estado inconsciente, haciéndonos reflexionar sobre nuestras experiencias. Para poder ver en profundidad, para poder desarrollar un corazón sabio, tenemos que ser capaces de manejar las tormentas que nos da la vida.
“A veces sentimos que lo que hacemos es tan sólo una gota en el océano. Pero el océano no estaría completo sin esa gota”. Madre Teresa
12 comentarios. Dejar nuevo
Muy bueno tu escrito Jefa, Será que esta semana no esta siendo de las mejores pero de verdad que me ha llegado toda tu reflexión. Enhorabuena¡¡¡
Gracias por tus palabras. Estas cosas solo se entienden cuando uno las vive en primera persona. Tu sabes mucho también de todo esto. Un abrazo
Cuando queremos siempre tener y disfrutar de los mejores momentos de nuestra vida, perdemos un tanto el momento actual y quizás también perdamos el análisis de ese momento y no sepamos disfrutarlo y sacar lo positivo. Es verdad que el Alzeimer es una enfermedad malvada que la sufren más los cuidadores que los propios enfermos, pero la bondad que tiene respecto a otras enfermedades es que el paciente no sufre ese agobio del recuerdo olvidado y aunque en la memoria sana se añoren momentos vividos, el enfermo es feliz porque vive el momento y mucho más si siente el cariño y el cuidado amoroso de su entorno. Se feliz con ella en cada uno de sus momentos.
Como siempre tus palabras siempre son de aliento y de esperanza. Gracias.
Bonito texto! Nos hace reflexionar sobre nosotros y nuestros queridos que hoy estan bien pero en el futuro no lo sabemos . Viver cada momento como se fuera el ultimo seria perfecto, como no somos perfectos, vivemos como podemos. Jamás olvidando de agradecer a Dios siempre.
Asi es Sandra hay que vivir el presente y disfrutar de nuestros seres queridos, abrazarlos, achucharlos, quererlos en definitiva. Un beso
Sólo puedo decirte que empiezo a comprender lo que es y te envío muchos ánimos . Mi madre está empezando algo parecido y también me siento un poco huérfana y como a ti me da envidia sana ver a sus amigas con sus hijas , algo que ya puedo tener .
Un abrazo !
Mucho ánimo Carmen y disfruta cada momento que ya no hay vuelta para atrás. No olvides nunca que aunque ella a veces no te reconozca tu si que se sabes quien es. Un fuerte abrazo
Qué fácil y qué tiernas tus palabras….. cierro los ojos y siento tu sentir. Cómo te expresas!…. nadie como tu sabria reflejar tan exactamente, tan humanamente, ese amor único entre madre e hija…..el dolor de verla así, como dices…indefensa y sin recuerdos. Muy duro, si, es cierto. Pero ten la dicha y el orgullo de haber disfrutado de toda esa entrega y cariño que dices, de tener una madre estupenda y maravillosa que ha sido capaz de educarte como lo ha hecho. Enhorabuena Maribel!
Gracias Ana por seguirme y tener siempre palabras tan dulces y cariñosas para mi. Eres un buen aliciente para seguir cada dia. Besitos
Dura y a la vez grande reflexión, es verdad que cuando todo va bien en nuestras vidas no prestamos atención a esa parte de nosotros más profunda. Con las dificultades y las enfermedades por delante es cuando sacamos los recursos de supervivencia y también valoramos el verdadero valor que es el amor incondicional que nos fue entregado durante nuestra vida y que lo vimos como algo natural. Amor verdadero como no hay otro, qué el de esa mujer que es un pilar en tú día a día, que por muy profundo que sea un amor de pareja, de hijos…éste es sin duda nuestro verdadero sustento. Amor que a veces por una razón u otra no podemos disfrutar de él, tan sólo nos queda respetar la situación actual con resignación y resilencia, aunque sobre todo intentar pasar estos días nublados que hacen que seas una mejor y más grande persona. Y que seáis felices juntas hasta el último minuto, dentro de esa situación. Te quiero amiga
Muchas gracias Amalia y muy bonitas tus palabras. Soy muy afortunada de tener amigas como tu. Un fuerte abrazo